Cleto Torrodellas (1868-1939)
Poeta en aragonés ribagorzano
El banco viejo de los viejos
Banco de llosas gastadas,
banco de la pllaza'l sol
que das entrada a los viejos
como per escalafón.
Onque me causes tristeza
ya fa años que te me miro:
per un lau te tiengo miedo,
y al mismo tiempo cariño.
Tiengo los sesenta y cinco
y los tiengo prou gastados,
y viengo a pedí la'ntrada
como los demás ancianos.
M'acordo, fa muchos años,
de cuan eba yo zagal
ve aquí asentau a mi agüelo
con otros viejos hablán.
Yo pasaba enta las monjas
corrén, perqu'eba travieso,
y mi yayo me llamaba
pa mocame y dame un beso.
¡Cómo van pasá los años!
M'está parecén un sueño:
como si hablasen d'ayer
y hoy ya soy aquel viejo.
Ya m'he d'asentá en el banco
per sé pesau está drecho,
y a los fillos de mi filla
tamé los moco y los beso.
¡Oh, cadena misteriosa
que del otro mundo'stira,
que ñ'hay pa siglos y siglos
y may la verén rompida!
La chen pedrica a su antojo,
s'escita la cencia sabia:
que si blanco, que si negro,
¡y ninguno sabe nada!
El misterio d'este mundo,
no mo'y tenín qu'empeñá,
que nomás lo sabe ben
el que fa llové y nevá.
Lo acertau é el sé güenos;
esto, per ley natural,
en esta y en la otra vida
may nos podrá salí mal.
¿Que nos llama'l otro mundo?...
No mos dé ninguna pena:
lo mismo al pobre qu'al rico
los engancha la cadena.
Y no se pensen aquels
millonarios de cuantía
que allá tendrán influencia
lo mismo qu'en esta vida.
Ya pueden ixes ricazos
fé entieros con elegancia,
con dos docenas de curas,
coronas y cajas majas.
Y pueden posaye'ndentro
adrezos d'oro y de plata,
que si llevan l'alma negra
u de pecados manchada...
con tanta fanfulería
como si no fesen nada.
En el cielo no rellucen
adrezos d'oro y de pllata;
allá lo que más s'aprecia
é una alma pura y santa.
Y podría dase'l caso
qu'en el banco de la pllaza
ñ'heiga unos ancianos pobres
con una alma llimpia y sana.
Ya m'estoy imaginán
cuan un rico allegue al cielo
y que San Pedro le diga:
- ¿Qué se ofrece, caballero?
- Pues vengo a vos a deciros
que me ha tocado morir
y que con vuestra influencia
me coloquéis bien aquí.
Medio millón de pesetas
he dejado para misas
y medio más para coches,
caja, coronas y cintas.
- ¡Oh señor, mi buen señor!
con eso no hacemos nada;
para buen sitio en el cielo
es según como está el alma.
Daré parte al Soberano
como hago cada día,
y Él le dará la sala
que usted tenga merecida.
Y podría dase'l caso
qu'aquel rico millonario
tienga su puesto en el cielo
más malo qu'un desgraciado.
En este mísero banco
apenas se y senta un rico;
esto lo viengo oserván
desde que yo eba muy chico.
Aquí s'asenta'l inculto,
los que no'stán ilustrados
y los que producen siempre
ín per el monte arrastrados.
Conque nada, compañeros,
pecho alante y preparamos;
no tiengán miedo a morí,
que Dios a los desgraciados
mos guarda muy güenos puestos
si semos güenos y honrados.
No más me queda alvertí,
esto pa los chovenastros,
que respeten ben las canas
y conserven estes bancos
pa asentase cuan les toque
como nos toca a nusatros.
Cleto Torrodellas
• Poema escrito por o poeta ribagorzano Cleto Torrodellas (1868-1939) en 1933. O poema amanexe en o libro "Cleto torrodellas - Versos y romances en ribagorzano", publicato en 1979 por o Consello d'a Fabla Aragonesa, con introduzión, notas y vocabulario de Francho Nagore.