4 de junio de 2024

ULTIMA ESCUELA

ULTIMA ESCUELA

Me cuacarba aprender
en a ultima escuela:
o tuyo rostro,
a tuya cheografía,
as lais
d'o tuyo amor,
a veyer
con os uellos tuyos,
a aprender a tuya fabla.

En a viellera
cualque día pueden
tremolar as mans
agafando una gayata,
a memoria se desgasta
como goma u clarión.

As parolas que dicen
ninos e chóvens ya son atras,
os paisaches que aimemos
ya están destruyitos,
cal aprender
urchentment a rezar,
aprender a aimar
lo que cal que seiga aimato.

A mía mai diciba
cuan o suyo cuerpo respondeba
que a vida yera muito aimable
(allora pareixeban tan solidas as cosetas),
agora a vegadas diz
que millor morir-se
milenta vegadas
ya con tantas de laquias,
yo le fablo con parolas tiernas
e prebo de amostrar-le o mío amor.

Ya m'he inscrito
en a ultima escuela
t'aprender lo que me cal
ta cuan plegue l'hora d'ir-se-ne,
(bien quererba
tener l'alma escoscata e sin pecatos).

Bandera de l'amor:
azul cielo e amariello arreplegatos,
verde esprito
d'o paradiso.

© Chuan Chusé Bielsa


- Versión en castellano:

ÚLTIMA ESCUELA

Me gustaría aprender
en la última escuela:
tu rostro,
tu geografía,
las leyes
de tu amor, aprender a ver
con tus ojos,
aprender
a hablar tu lengua.

Cuando se es viejo
cualquier día
tiemblan las manos
agarrando una gayata,
como goma o tiza
se desgastan los recuerdos.

Las palabras que pronuncian
los niños y los jóvenes son otras,
los paisajes que amamos en su día
ya están destruidos.
Se fueron tantos seres entrañables...

En la escuela
última del alma
urgentemente es necesario
aprender a rezar,
a amar
lo que merece ser amado.

Mi madre me decía
cuando su cuerpo respondía
que la vida era amable
(entonces parecían tan sólidas las cosas),
ahora, cuando el dolor aprieta demasiado,
dice que mejor
morir mil veces.
Yo comprendo ese dolor
y la entiendo
y le hablo con palabras tiernas,
quiero que sepa que la amo.

Ya me inscribí
en la última escuela:
aprender lo necesario
para pasar curso y no repetir más
(buscando un alma limpia
y sin pecados).

Bandera del amor:
azul cielo y amarillo unidos, al final
verde espíritu del paraíso.

© Chuan Chusé Bielsa